lunes, 30 de enero de 2012

Té oolong chino

Un té con personalidad

            Este té OoLong (té azul) de la marca Tea Bags se presenta en una caja de 20 bolsitas de 2 g. En su interior nos encontramos que cada bolsita va en un envase individual de papel satinado con la inscripción del nombre del té, un dibujito y letras chinas, por las dos caras. En su interior, nos encontramos con la bolsita de té propiamente de la que sale un pequeño cordel que termina en un cartoncito con la simple inscripción “Tea”. Contrasta lo cuidado del envase individual con la sencillez del cartoncito interior.

            Este té lo compré en una tienda de productos chinos en Valencia (cerca de la bolera, en la zona de Nuevo Centro), por lo que imagino que no será fácil conseguirlo en comercios normales. De hecho, casi todo está escrito en chino (algunas cosas, pocas en inglés).

            El té oolong, también conocido como té azul o “dragón negro” (es el significado literal en chino), es un té semi-fermentado, por lo que se encuentra entre el verde y el negro. Su contenido en cafeína es moderado, ya que no alcanza los niveles de fermentación del té negro (nunca superará el 75% de fermentación).

            Para su elaboración se recolectan hojas jóvenes y se procesan inmediatamente. Primero se marchitan con la luz del sol, después se agitan en cestas de bambú y se ponen a secar, hasta que la superficie  de la hoja quede amarillenta.

            Al reaccionar las sustancias químicas con el oxígeno, los bordes de las hojas se vuelven rojizos. Este período de fermentación u oxidación se detiene mediante la desecación.

            El té oolong tiene un altísimo poder devora grasas, de ahí que esté adquiriendo fama como té para ayudar a adelgazar. Además, es un potente antioxidante siendo un destructor de los radicales libres, lo cual es muy beneficioso como prevención para multitud de cánceres. También reduce la tensión arterial y regula el colesterol.



             La tarjeta y la valoración (Cómo y por qué)




            Sensaciones

            En seco presenta un olor muy difuso, casi inexistente. Yo diría que incluso el leve olor es debido al papel y al cartón de la caja. Cuando se infusiona, aparece el olor, aunque continúa siendo muy suave y con un cierto toque entre “a medicina” y a café recolado. Evidentemente no nos vamos a enamorar de este té por su olor.

            El color, que ha ido adquiriendo de forma muy paulatina termina siendo una especie de oro viejo, muy limpio y traslúcido, sin espuma, sin nada de turbidez. Tiene un aspecto muy homogéneo.

            El sabor es seco. Aunque no es excesivamente amargo, apetece más tomarlo con un poco de azúcar con el fin de adornar su sabor. Efectivamente, gana con un poco de edulcorante, ya que, sin cambiar excesivamente su sabor, le mata el toque final seco, quedando en el paladar un regusto agradable.

            Sin embargo, al terminar de tomar el té, la boca se queda con un regusto como antes de poner azúcar. Es como si su propio sabor se mantuviera por encima de todo lo demás.

            La sensación final es la de haber tomado un té con personalidad, pero que no termina de caerte muy bien. Aunque eso no impide que desees probar suerte en otra ocasión.

            En la valoración, la nota es de 82 (sobre 120), lo que representa un 6,83. Además, la valoración es muy similar en los cuatro (20 y 21). Para ser un té de sabor fuerte, parece que no ha gustado demasiado.


             Otros sentidos

            Una música adecuada para este té puede ser el aria "un vel di vedremo" de la ópera de Puccini Madame Butterfly, en concreto interpretada por la maravillosa María Callas.



  Y si quieres, mientras puedes mirar aquí:


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