martes, 31 de enero de 2012

Té negro Ceylan y Assam (Hacendado)

Un té que supera las expectativas


            Este té se presenta en una caja de 25 bolsitas de 1,75 g bajo el sencillo nombre de “Té” (como si sólo existiese un tipo de té, o como si no fuese importante saber si el té es verde, negro, rojo,…). En su interior nos encontramos las bolsitas sin ningún aislamiento, sueltas, cada una sujeta con un cordel atado (sin grapa) a un cartoncito con el mismo “enigmático” nombre de té. La verdad es que no se ve ningún esmero ni en la presentación ni en la intención de conservación.

            La marca (Hacendado) ya nos dice dónde encontrarlo… en Mercadona. Imagino que es fácil no guardar ninguna esperanza de encontrar un buen té en un supermercado, más si cabe si el té es de su propia marca. Todo apunta a que nos vamos a encontrar con un té sencillo, débil… de batalla. El té que te sirven en esas cafeterías donde nadie pide té y lo tienen guardado en una caja ya bastante estropeada, junto a la manzanilla y la tila.


            Cuando miramos con detenimiento la caja, encontramos que el té es negro y es una mezcla de Ceylán y Assam (India), lo cual es de agradecer, ya que no todos los tés especifican ni el tipo ni la procedencia.

            El té de Ceylán (Sri Lanka) es primordialmente un té oxidado, es decir, negro. También se produce té verde, pero no de tan buena calidad comparado con el de otros países. Las variedades negras sí suelen alcanzar buenas calidades, aunque sean de las más económicas. Digamos que mantienen un buen equilibrio calidad-precio. En general, son tés de aroma muy perfumado, color dorado y sabor suave.

            El té Assam es un té negro de la India de excelsa calidad, por eso se ha convertido en uno de los tés más requeridos en el mundo entero. Se caracteriza por ser un té donde predominan los aromas dulces y un suave malteado.

            Assam es la zona de la India, situada al noroeste, que mayor producción mundial de té elabora por año.

             La tarjeta y la valoración (Cómo y por qué)





            Sensaciones


            En seco prácticamente no muestra ningún olor. Al infusionar surge un olor penetrante, algo amaderado y muy agradable. En cierto modo parece que acaricie la nariz.

            El color es pardo brillante, ligeramente velado (al ser un té negro es lógica su falta de transparencia). Nada turbio y muy homogéneo.

            El sabor es equilibrado y con un cierto toque mineral. Ni muy largo ni muy corto, su sabor permanece en la boca, pero no excesivamente; se mantiene como un cierto regusto. Al tacto resulta un té suave… no produce ninguna sensación de aspereza.

            Resulta ser un té sorprendente, básicamente por las pocas expectativas despertadas por su procedencia y su empaquetado. No es un té de sibaritas, pero ha resultado ser un té más que aceptable.

            En la valoración, la nota es de 95 (sobre 120), lo que representa un 7,92. Es una muy buena nota, con pocas discrepancias (entre 21 y 25). Ha resultado ser un té bastante apreciado.


             Otros sentidos

 
            Este té me recuerda a la actuación de Paul Potts en el programa Factor X cantando el aria del acto final de la ópera Turandot de Giacomo Puccini, “Nessun Dorma”. Antes de abrir la boca en el escenario, no parecía que fuese a cantar como lo hizo, y eso permitió que la sorpresa fuera enorme, dadas las pocas expectativas creadas. Al igual que este té, el envoltorio no hacía justicia al contenido, si bien hay que reconocer que el aria tenía más calidad que este té, comparativamente hablando.

            Disfrutemos pues de Paul Potts cantando el aria Nessun Dorma.


            Y para relajar la vista, una mirada al cielo de Bétera una tarde de Noviembre.


 


lunes, 30 de enero de 2012

Té Sencha japonés (Clearspring)

Un té para meditar

            Este té Sencha (una variedad japonesa de té verde) de la marca Clearspring, viene en una caja de 20 bolsitas de 2.5 g.. En su interior nos encontramos con dos bolsas de papel metálico, herméticamente cerradas, que contiene cada una 10 bolsitas, lo que pretende contribuir a su mejor conservación, aunque sería mejor el envasado individual. Las bolsitas individuales tienen un aspecto delicado, como de seda (no es así, pero tiene una textura y un brillo que lo recuerda).

            Es un té de cultivo orgánico que hay que infusionar durante sólo 1 o 2 minutos.

            Este té lo compré en una herboristería de L’Eliana (Valencia) y básicamente fue porque la caja me atrajo. La estética zen y el gradiente verde me supo cautivar.


            El té Sencha es uno de los tes verde más populares en Japón. De hecho “sencha” significa literalmente “común” en japonés. Proviene de Nagata Chaen, en la región de Kyoto, y está hecho con las primeras hojas de té de la temporada recogidas cuando tienen sus aromas más potentes al final de la primavera, realizándose un cultivo de forma totalmente orgánico.

            Esta variedad de té se obtiene sólo de la recolección de hojas jóvenes. Se consigue a partir de la hoja entera de té, sin ningún tipo de proceso de molienda, y su secado se realiza exponiendo directamente las hojas a la luz solar. Además, la fermentación del té verde japonés se detiene (para que se mantenga como té verde y no se convierta en té negro o rojo) mediante vapor de agua, lo que preserva mejor el sabor y el aroma, a diferencia del té chino que se realiza mediante el calentamiento en planchas. Posteriormente se empaquetan directamente para que conserven sus aromas originales.

            El té Sencha posee propiedades adelgazantes y diuréticas (por otra parte, como la inmensa mayoría de tes), es rico en vitamina C y tiene un bajo contenido en teína.

             La tarjeta y la valoración (Cómo y por qué)




            Sensaciones

            En seco, presenta un olor intenso con un fondo tostado. Sin embargo, la infusión cambia totalmente de aroma. Curiosamente es menos intenso y muestra un toque agrio. Huele como a hierva recién cortada.

            El color es amarillo brillante, muy clarito, neblinoso. Al mirar a su través da la sensación de luminiscencia. Mientras se está infusionando, forma una espumita blanca que desaparece rápidamente al extraer la bolsita, quedando la taza totalmente homogénea, limpia.

            El sabor es muy suave, excesivamente suave. A los paladares acostumbrados al azúcar (la mayoría de nosotros) le puede resultar ligeramente amargo, sin embargo, se puede tomar solo dada su falta de intensidad.

            A medida que el nivel de la taza va disminuyendo, notas como cada vez te va gustando más. Es como si el sabor se fuese acumulando en la boca y cada vez lo notas más. Un poco es como si el té te fuese enseñando a saborearlo.

            El resultado final es una sensación de relajación muy agradable.

            En la valoración, la nota adquirida es de 83 (sobre 120), lo que representa un 6.92.  Es nuestra primera cata y no tenemos referencia. No sabemos si va a ser una nota alta o baja.



             Otros sentidos

            Una música adecuada para este té puede ser música de shakuhachi, flauta japonesa. En concreto el tema tradicional llamado Kumoi Jishi. Música y té harán que tu entorno se diluya y te sientas realmente relajado.


           Para relajar la vista:


Té oolong chino

Un té con personalidad

            Este té OoLong (té azul) de la marca Tea Bags se presenta en una caja de 20 bolsitas de 2 g. En su interior nos encontramos que cada bolsita va en un envase individual de papel satinado con la inscripción del nombre del té, un dibujito y letras chinas, por las dos caras. En su interior, nos encontramos con la bolsita de té propiamente de la que sale un pequeño cordel que termina en un cartoncito con la simple inscripción “Tea”. Contrasta lo cuidado del envase individual con la sencillez del cartoncito interior.

            Este té lo compré en una tienda de productos chinos en Valencia (cerca de la bolera, en la zona de Nuevo Centro), por lo que imagino que no será fácil conseguirlo en comercios normales. De hecho, casi todo está escrito en chino (algunas cosas, pocas en inglés).

            El té oolong, también conocido como té azul o “dragón negro” (es el significado literal en chino), es un té semi-fermentado, por lo que se encuentra entre el verde y el negro. Su contenido en cafeína es moderado, ya que no alcanza los niveles de fermentación del té negro (nunca superará el 75% de fermentación).

            Para su elaboración se recolectan hojas jóvenes y se procesan inmediatamente. Primero se marchitan con la luz del sol, después se agitan en cestas de bambú y se ponen a secar, hasta que la superficie  de la hoja quede amarillenta.

            Al reaccionar las sustancias químicas con el oxígeno, los bordes de las hojas se vuelven rojizos. Este período de fermentación u oxidación se detiene mediante la desecación.

            El té oolong tiene un altísimo poder devora grasas, de ahí que esté adquiriendo fama como té para ayudar a adelgazar. Además, es un potente antioxidante siendo un destructor de los radicales libres, lo cual es muy beneficioso como prevención para multitud de cánceres. También reduce la tensión arterial y regula el colesterol.



             La tarjeta y la valoración (Cómo y por qué)




            Sensaciones

            En seco presenta un olor muy difuso, casi inexistente. Yo diría que incluso el leve olor es debido al papel y al cartón de la caja. Cuando se infusiona, aparece el olor, aunque continúa siendo muy suave y con un cierto toque entre “a medicina” y a café recolado. Evidentemente no nos vamos a enamorar de este té por su olor.

            El color, que ha ido adquiriendo de forma muy paulatina termina siendo una especie de oro viejo, muy limpio y traslúcido, sin espuma, sin nada de turbidez. Tiene un aspecto muy homogéneo.

            El sabor es seco. Aunque no es excesivamente amargo, apetece más tomarlo con un poco de azúcar con el fin de adornar su sabor. Efectivamente, gana con un poco de edulcorante, ya que, sin cambiar excesivamente su sabor, le mata el toque final seco, quedando en el paladar un regusto agradable.

            Sin embargo, al terminar de tomar el té, la boca se queda con un regusto como antes de poner azúcar. Es como si su propio sabor se mantuviera por encima de todo lo demás.

            La sensación final es la de haber tomado un té con personalidad, pero que no termina de caerte muy bien. Aunque eso no impide que desees probar suerte en otra ocasión.

            En la valoración, la nota es de 82 (sobre 120), lo que representa un 6,83. Además, la valoración es muy similar en los cuatro (20 y 21). Para ser un té de sabor fuerte, parece que no ha gustado demasiado.


             Otros sentidos

            Una música adecuada para este té puede ser el aria "un vel di vedremo" de la ópera de Puccini Madame Butterfly, en concreto interpretada por la maravillosa María Callas.



  Y si quieres, mientras puedes mirar aquí: